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Halotestin (Fluoximesterona) es un andrógeno que se suele utilizar en terapias de reemplazo, o lo que es lo mismo, cuando aparecen síntomas de deficiencia en la producción de testosterona endógena. Se presenta para su administración por vía oral.
Su efecto anabólico no es muy alto, a pesar de ser más androgénico que la testosterona, lo que significa que si bien puede esperarse un gran aumento de la fuerza no ocurrirá lo mismo en cuanto a tamaño, donde las ganancias serán más modestas.
Además del mencionado incremento de la fuerza, el uso de Halotestín conseguirá dar un aspecto más denso a los músculos, de manera que quienes presenten bajos niveles de grasa, lograrán una apariencia dura y definida.
Su capacidad de proporcionar dureza al músculo es similar a la que puede observarse con la Trembolona, si bien la ganancia de masa que puede obtenerse con Halotestín es muy inferior.
Al no ser un anabolizante que produzca aromatización no se observará retención de agua ni ginecomastia.
Si bien no es un gran constructor de músculo, su uso en fases previas a competición puede ser muy útil para completar una puesta a punto que permita al competidor aparecer seco y rocoso sobre el escenario.
Fuera de este uso, tan sólo quienes precisen ganancias notables de fuerza apreciarán los efectos de Halotestín. El usuario promedio, que no compite a alto nivel en disciplina deportiva alguna, encontrará mejores opciones entre otros fármacos.
Las dosis de Halotestin pueden varíar dependiendo del atleta pero hay consenso respecto a que la dosis máxima que debería administrarse a cualquiera es de 40 mg/día. Por lo general, entre 20 y 40 mg suele ser la dosificación más habitual.
Puede tomarse una sola dosis de Halotestín o bien dividirse en varias tomas a lo largo del día.
Debido a su gran hepatotoxicidad el periodo máximo en que debería utilizarse este fármaco es de 4 a 8 semanas. Nunca debería combinarse con otros anabolizantes orales e incluso, tras finalizar su uso, se aconseja fervientemente una pausa de al menos 8 semanas para volver a consumir cualquier otro anabolizante por esa vía.
Los efectos secundarios de Halotestín que pueden calificarse como más comunes incluyen náuseas, vómitos, dolor de cabeza, cambios en el color de la piel, aumento o disminución del interés sexual, piel aceitosa, pérdida de cabello y acné.
Dificultad para orinar, ginecomastia, erecciones frecuentes y prolongadas o una disminución en la producción de esperma también pueden producirse, especialmente si las dosis son altas.
Entre los efectos secundarios de Halotestín también puede mencionarse la retención de agua corporal extra (edema) lo que puede aumentar el riesgo de insuficiencia cardiaca.
Además, se trata de un anabolizante muy tóxico para el hígado, por lo que hay que evitar dosis demasiado altas o periodos prolongados de uso si no queremos sufrir complicaciones hepáticas.
Los efectos secundarios de Halotestin que más comúnmente suelen presentarse en mujeres son amenorrea o irregularidades menstruales y la aparición de síntomas de virilización. También es importante evitar su uso durante el embarazo ya que puede dañar al feto.